Bodas de luto by Rafael Alcázar

autor:Rafael Alcázar [Alcázar, Rafael]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Drama
editor: ePubLibre
publicado: 2021-04-15T00:00:00+00:00

44. Enredos

Estaba en el hotel, tumbado sobre la cama, todavía con el ánimo encogido por las voces de la Paca, cuando llegó Mamen. La noté de inmediato preocupada, pero yo creía que era por lo de la bomba que iban a poner. Entonces me dijo temerosa, pero con enorme candor:

—¿Estuviste hablando largo rato y algo más que hablando con Eva en mi casa la noche que no pude cenar contigo, no?

Me quedé descolocado, no imaginaba a Mamen afectada de esa manera por los celos.

—Para el carro, Mamen. Hablando sí, un montón. ¿Pero qué quieres decir con ese «algo más»? ¿Qué te ha contado ella? No ocurrió nada.

—No es que me haya contado. Pero de la manera en que me ha dicho que eres estupendo, y que empezó a llorar y que la abrazaste para que se calmase… Además, supongo que si ha ocurrido algo no me lo diría… o me lo diría a medias…

Y empezó a llorar silenciosamente. Intentaba contenerse, pero no podía.

—Escúchame bien, Mamen, no pasó con ella nada por lo que debas estar preocupada. Hablamos y en un momento la abracé, sí. Pero yo soy una persona besucona, ya me conoces, un abrazo no significa nada, abrazo a mucha gente.

—Si ya lo sé… —apenas pudo decir.

Le salían enormes lagrimones. Siguió:

—Además, no tengo ningún derecho para censurarte lo que hagas…

—No haría nada que te hiciese daño por nada del mundo.

—En realidad no sé por qué me pongo así. Nada te ata a mí, puedes hacer lo que quieras…

Y seguía derramando lágrimas que no se molestaba ya en limpiar.

—Mamen, mírame; no sé si tengo derecho o no a hacer lo que quiera una vez que has entrado de verdad en mi vida. Pero en este caso concreto, escúchame bien, no ha pasado nada con Eva, ¿está claro? Nada.

—Que sí, que soy una tonta…

—Te repito, no se trata de derechos ni de libertad. ¡Es que no ha habido nada de nada! ¡Quiero que te des cuenta y que dejes de llorar!

Dejó de llorar, sí, pero se abrazó a mi cuello con fuerza y no me soltó en un largo rato. Luego dijo:

—¿Sabes una cosa?

—¿Qué?

—Creo que eso que llaman fidelidad no es lo mismo para el hombre que para la mujer. Una mujer es fiel de verdad. Es decir, que es muy importante para ella ser fiel y entonces cree que tiene derecho a exigir al hombre la misma fidelidad. Pero yo sé que para el hombre la fidelidad es diferente. Dicen que una falta de fidelidad no altera en vosotros vuestro amor o afecto a la persona que queréis.

—No sé si es verdad lo que dices, depende de cada caso y cada persona. Aunque no debieras decirlo delante de tu compañero porque puede pensar que le estás dando permiso…

Traté de hacer una broma, pero no funcionó.

—No es el caso de que lo entiendas, aunque te duela. Es que no hay caso. No ha pasado nada con Eva. ¿Entendido? De modo que queda prohibido seguir ya más con este tema.

Me volvió a

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